En un contexto marcado por la incertidumbre económica global, la Argentina logró un hito histórico en sus exportaciones de carne vacuna durante febrero. Según la Coordinación de Análisis Pecuario, que toma como base datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario y del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las ventas al exterior alcanzaron las 82.548 toneladas equivalentes de res. De ese modo se superó el récord del mes anterior, una marca sin precedentes en los últimos 57 años.
El acumulado del bimestre enero-febrero también marcó un récord, con ventas que alcanzan las 160.000 toneladas. Estos números confirman una tendencia de crecimiento sostenido en las exportaciones de carne vacuna, impulsada por un cambio de política exportadora implementado por el Gobierno nacional.
El cambio de política puso un fuerte énfasis en agregar valor a las cadenas pecuarias; en especial, en el sector de la carne vacuna. Esta estrategia demostró ser efectiva, con la apertura de nuevas oportunidades en el mercado internacional, que le devuelven a la Argentina su rol como un jugador clave en la industria cárnica en el mundo.
El crecimiento en las exportaciones de carne vacuna no solo beneficia a los productores y exportadores argentinos, sino que también tiene un impacto positivo en la economía del país en su conjunto. El aumento en las ventas al exterior genera ingresos adicionales, que son reinvertidos en el desarrollo de la industria local, creando así un ciclo virtuoso de crecimiento y desarrollo.